Camilo Ambrosio

«Pocas veces nos topamos con esa pintura que punza, que agrede, que enternece y conmueve todo a la vez, toda salida desde las mismas manos, con los mismos pinceles y solventes, desde una sola persona, desde una sola mente… Estas obras son, por sobre todo, trozos de Camilo Ambrosio en toda su extensión, una pintura enigmática donde la materialidad, el soporte, es un recurso de emergencia que sirve como enmienda y que, a la vez, da como resultado una pintura de calidad. En ellas se adivina un bagaje de años de escuela, de desbravar la mano y educar el ojo. Con una temática muy particular, extraída desde su realidad, el pintor se convierte en un puente que nos trae imágenes desconcertantes, tiernas y demoniacas, en donde habitan él y su musa.

La técnica que utiliza, nos demuestra que la pintura se hace con las manos, con la mente y con el corazón, y que los materiales no sirven de nada si el hacedor no tiene talento; es así como Camilo emplea témperas, betunes y trozos de madera y recursos «innobles», como tapices y arpilleras. De esta manera nos manifiesta y deja en evidencia que el pintor nace  y no se hace.

En conclusión, «Ambrosía» es un compendio de instantes pictóricos únicos, tratados con la mayor delicadeza, la mayor rabia y el más grande amor, todo resuelto con la mano segura del que sabe lo que está haciendo, el conocedor de nosotros, de su entorno, de su realidad, siempre acompañado de los fantasmas de maestros que ya no quedan y que le indican que la perfección no existe y que habita en la pintura.»

Reseña de Juan Pablo Neira, pintor, sobre la exposición «Ambrosía» de Camilo Ambrosio en Galería Bahía Utópica, junio 2012.

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